martes, 26 de agosto de 2008

FAJA DE UNGINO - Sierra Salvada (ALAVA)




Travesía SR-7 SI-44 (Sistema del Hayal de la Ponta, Bizkaia-Alava)

El día 26 de julio nos encontramos en Salmantón (Alava) un grupo de personas, todos ellos espeleólogos, para realizar la travesá entre la boca de la SR-7 y la SI-44; ambas, entradas al Sistema del Hayal de la Ponata. El Sistema es aún la cavidad de más desarrollo de Euskadi (Comunidad Autónoma del País Vasco), con más de 50 km de galerías topografiadas desde el año 1983, año de su descubrimiento.
Realizamos la travesía: David y Gorka (antiguos miembros del GEA), un grupo de espeleólogos franceses, entre los que se encontraban "los Degouve" y dos belgas. En total 11 personas. El descenso de la SR-7 fue algo lento al tener que ir recuperando las cuerdas y ser un grupo bastante numeroso. Las instalaciones están en buen estado y no hubo problemas en la recuperación.
Llegamos al famoso paso sifonable y como en esta cavidad no hay calentador de agua se oyeron ciertos "gritos" al tener que meter la cabeza debajo del agua para pasar. Es solo un metro, pero el agua está fría. 50 metros más adelante nos cambiamos y seguimos el Río de Kobata, como siempre precioso.
Las instalaciones de esta zona tienen ya bastantes años y necesitan un cambio.
Llegamos al Pozo 23 sin problemas, y ya arriba comimos antes de seguir. La cavidad resultó para el grupo invitado una sorpresa, pues no se imaginaban unas dimensiones como las que tiene. Pasamos sucesivamante Papá Paulova, la Galería Indianapolis, el Paso del Bizkaino. Tras este punto se encuentra la famosa Alcantarilla. El río llevaba poca agua con lo cual pasamos este punto rápidamente. Tras este paso se encuentran grandes galerías en las cuales se avanza rápidamente hasta llegar a La Galería Atlética, que se halla en algunos puntos equipada con un pasamanos en no muy buen estado.
Nos tomamos un pequeño descanso antes de llegar a La Paulova, meandro de unos 300 m de longitud en el cual es preciso avanzar "en altura" al ser muy exigua su base. Unos cuantos pozos al final de la misma nos llevan a la boca de la SI-44. La niebla, fenómeno meteorológico frecuente en la Sierra Sálvada, nos impidió ver un bonito atardecer.
Subimos a los vehículos que habíamos dejado en la parte alta de la pista y descendimos hasta Salmantón para despedirnos. En total fueron 9 horas de travesía entre las dos cavidades.
Las impresiones de nuestros visitantes de la travesía fueron muy buenas y agradecieron la invitación.

domingo, 24 de agosto de 2008

Visita a nuestros amigos franceses

El sábado, día 23 de agosto. Gotzon Aranzabal y yo quedamos para visitar a "los Degouve". A las 9.30 de la mañana, con una puntualidad "casi" británica llegabamos a Valdició. Un pequeño barrio perteneciente al municipio de Soba, pero en la vertiente del Valle de Miera. El tiempo era bueno y tras trasladar las cosas de "los Degouve" a mi vehículo subimos por una empinada cuesta hasta un depósito de agua. Allí vimos con sorpresa la presencia de un coche de matrícula británica (GB) ocupado por un vejete un tanto, digamos peculiar. No le hicimos caso y tras colocarnos los petates con el material comenzamos a subir por una estrecha vereda hacia un espolón herboso. La cuesta se empinaba más según ascendíamos hacia unas grietas vsibles desde abajo. Nos comentaron que era una de las bocas que estaban explorando y que ibamos a visitar. La boca se mostró como una diaclasa excavada en calcarenita y que coemenzaba con una rampa de gran pendiente. Fuimos entrando uno a uno. La primera parte se trata de una pasamanos, muy bien instalado, que "vuela" literalmente sobre la vertical. Una vertical de unos 25 m nos deposita en una sala de buena dimensiones. Seguimos por una galería excavada totalmente en arenisca. No existen rastros de caliza en toda esta parte de la cavidad. Después de pasar una zona meandriforme, en la cual hay que tener cuidado porque la piedra (si se le puede llamar piedra) se desmenuza como si fuera un azucarillo, llegamos a una estrecha gatera en la cual hay que hacer cierto esfuerzo para pasar. Atravesada esta zona llegamos a un pozo vertical. Aquí está el problema. Colocar anclajes en estas paredes es complicado. La roca, si se le puede llamar roca, es blandísima. Todo suena, a golpe de martillo, a hueco. Colocamos unas cuerdas en unas rocas y ponemos dos parabolt largos en una de las paredes. ¡esperemos que aguanten...!

Un momento de despiste y zas... se cae el martillo. Habrá que bajar a por él, porque no existen rocas para poder poner los parabolt. Bajo yo y subimos el martillo. La vertical ha quedado con una instalación elegante. El pozo de 16 m. de vertical nos descubre un pequeño aporte de agua. Descendemos por él y tras unas pequeñas verticales, que siguen siendo muy difíciles de instalar a causa de la pésima calidad de la pseudoroca, llegamos a un gran pozo que debemos abandonar a causa de haber agotado las cuerdas y a un problema técnico (se cayó una llave de 17). Las posibilidades de esta cavidad serán objeto de nuevas exploraciones en el mes de noviembre.